Se hace saber por orden del amo y señor de este blog, que a pesar del aparente estado de semiabandono del mismo. esa impresión no deja de ser una percepción ajena a la realidad sino que viene provocada por la gran saturación de eventos lúdico-festivos de marcado carácter internacional que me han tenido ocupado acumulando datos compulsivamente cual insecto espía del Dr. Gero.

Spy_Insecto_Trans

Ya he comentado alguna que otra vez –más que nada por que me repito más que el gazpacho –, que una de las cosas más interesantes de vivir fuera es que te empapas de culturas completamente diferentes y dejas de ver el mundo de las fiestas regionales como una plaza con gente que se acumula en torno a un armatoste de metal con luces de colores donde dos tías embutidas como butifarras catalanas se mueven de izquierda a derecha al compás de un cantante bajito con dientes muy blancos que está acompañado por unos tíos  de no muy buen ver que llevan una guitarra, un saxo, un organillo y una batería, y no necesariamente en ese orden. No señores, he confirmado que efectivamente existen más cosas aparte de las orquestas y verbenas. Es lo que tiene volverse multicultural y dejar a Chuchi como un apunte jocoso de tu vida.

En primer lugar, hablaré del Diwali, ese gran desconocido. El Diwali o festival de las luces, es una festividad religiosa india que se celebra un día entre finales de octubre y primeros de noviembre y que supone la entrada en el año nuevo hindú. La fecha no es exacta por que depende de la posición de los planetas y de la constelación Nesquik y por tanto el día varía de un año a otro, pero lo importante es que consiste en unir a toda la familia y amigos en torno a una mesa para ponerse morados, estrenar ropa nueva y tirar fuegos artificiales. En eso… no nos diferenciamos tanto, salvo en pequeños y picantes detalles. La comida india es una de mis favoritas, pero sin duda es mucho mejor cuando está preparada de forma casera con gente que le echa todo su cariño y…todas sus especias. Que picor, señoras y señores. No se si puede ser considerado masoquismo, pero las papilas gustativas se nos debían estar volviendo locas al estar a la vez disfrutando como enanas de la comida mientras ardían de dolor y mandaban señales despavoridas para que se nos cayera la lagrimilla y el moquillo. Fue un momento muy entrañable compartir aquel fueg…digo aquella comida hasta el momento en el que me advirtieron: «lo que pica al entrar, también lo hace al salir. Adivina por que en India usamos agua en vez de papel higiénico». En el momento que escuche esta frase me quedé como Han Solo en Bespin, de piedra. Para no intimidar al personal y perder audiencia por ser un cochino, no daré detalles escabrosos de como fue todo el proceso digestivo. Pero como pincelada al aire diré que al igual que a Han, a mi también me dolía «el ojo» al desaparecer la carbonita. Ahí lo dejo

han-solo-frozen-in-carbonite_3

Por lo demás, pasamos una noche estupenda haciendo el ganso con petarditos lanza confeti y tontunas varias con las que por primera vez, celebré la entrada a un año nuevo diferente al de nuestro querido Gregorio. Ahora que ya lo he vivido, el año que viene me preparo mejor y llamo a hipercohete o alguna de estas tiendas a que me suministren buena mercancía. Y de paso…a ver si me traen una cremita para aliviar el picor.

La segunda fiesta de la que quería hablar hoy es de Halloween. Es verdad que esta ya está muy comercializada y todo el mundo ha oído hablar de ella, pero yo hasta el momento no había estado en ninguna. Como de todo hay en la viña del profesor Blow, nada mejor que un auténtico ciudadano EEUUniano nos enseñara los entresijos de esta fiesta. Lo primero que descubrí es que existen distintos tipos de calabazas, y que no todas son buenas para hacer las terroríficas caras de Pesadilla antes de Navidad. También he aprendido que al igual que con el cerdo, de la calabaza se aprovecha todo, hasta las pipas. A parte de hacer la clásica obra de artesanía, con las tripas se hace una tarta y con las semillas unas pipas para ayudar a la próstata. A día de hoy, una semana después de la fiesta, tenemos la cocina manga por hombro y me parece que vamos a tener que hacer la dieta de la calabaza de aquí a las vacaciones de navidad. Otra cosa importante sobre Halloween que a lo mejor la gente ignorante como yo tampoco sabe, es que para los americanos esta fiesta no tiene por que estar relacionada con dar miedo precisamente. Lo de disfrazarse de vampiro, zombie, Frankenstein o de cualquier variante con poca ropa para las mujeres dundianas no tiene por que estar relacionado con Halloween. Ellos se disfrazan de cualquier cosa, el tema es cambiar de identidad, de mutar y pasar desapercibido. Igual que en las películas. Así que con todas estas cosas bien aprendidas, ahí fuimos nosotros, con nuestras calabazas grandotas del Tesco y con pinta de…bueno, Marta de dar miedo y yo de dar pena. No se por que cada vez que intento disfrazarme acabo pareciendo un payaso o un transexual, es algo a lo que no termino de cogerle el puntillo.

Calabaza-Halloween-45_800

El tema es que antes de la fiesta, llegó a mis oídos que el origen de la dichosa fiesta es escocés. Que casualidad, no se por qué, pero desde que estamos aquí resulta que todo lo han inventado los escoceses o en algo han metido mano. Desde luego no se si serán un pueblo oprimido o no, pero se lo han montado muy bien a lo largo de la historia para darse a conocer. Pues eso, que fue el poeta Robert Burns el que hace tropecientos años puso de moda el celebrar la fiesta pagana del día de los muertos.

Estas han sido dos de las actividades que más entretenidos nos han tenido las semanas anteriores. Ha habido más, por que no se que ha pasado este mes, pero la llegada del frío ha hecho que la gente se haya animado a hacer planes compulsivamente. Como no quiero cansar al personal, durante la semana iré buscando ratillos para darle otro poco a la tecla e intentar que no quede nada en el tintero. El contraste cultural es muy gracioso, lo estoy disfrutando. Lo bueno es que mientras haya cosas que celebrar… habrá cosas que contar, que es lo importante. Si el ritmo sigue así, me da para hacer pregones y librillos de fiestas durante bastante tiempo. 

celebracion2