No me da la vida, no tengo tiempo. Es llegar el viernes y simplemente con pensar la de cosas que quiero hacer me da el agobio.  ¿No habéis tenido nunca esa sensación de querer hacer tantas cosas de no saber con que empezar y quedaros más bloqueados que el 32 en Atocha? Los días deberían tener unas pocas horas más, o al menos deberían poder estirarse al gusto del consumidor para poder abarcarlo todo. Yo para intentar relajar un poco la ansiedad, dejar que las ideas fluyan y entrar en acción intento ponerme un poco en modo Panchos ON y cantar aquello de reloooooj no marques la horaaaaaa….., por que voy a enloqueceeeeer….

aiw-rabbitPor que, ¿qué se puede hacer en un día variopinto y en el que no te esperas nada como el de hoy? Pues rellenarlo con cosillas que nunca  tienes tiempo de hacer, tachar cosas de la lista esas cosas que no son esenciales pero que siempre están por tu cabeza y de las que no te puedes olvidar. Entre estas se incluyen las clásicas de hacer la compra, poner la lavadora, tender, hacer la comida…con las de ir al reencuentro de visitantes extremeños, algo de trabajo, un poco de decoración, escribir el blog, terminal con la organización de viajes, hoteles, aparcamientos…en fin, detalles. Para hacer todo esto, nada mejor que dejar por una vez de lado a Manuel y su particular mantequilla y cambiarlo por un delicioso y calórico British Breakfast con unas deliciosas toast and beans, que aunque no son unos judiones de La Granja, te dan más energía que Vegeta en Namek y te dejan listo para ponerte a currar incluso en domingo. No soy yo muy fan de trabajar los fines de semana, pero hay veces que hay que apechugar y asumir que teniendo reuniones los lunes por la mañana…hay ocasiones no queda otra que darle un poco al coco y ponerse a contar puntitos de colores. Marta está un poco celosa por que yo cuento en technicolor y ella trabaja en escala de grises, pero yo le insisto en que aunque sea más alegre , tampoco es que sea la experiencia más gratificante la de mirar la pantalla para tal epiléptica actividad.

Por otro lado, algunos de los descubrimientos que he hecho hoy y que merece la pena contar es que finalmente he podido degustar el Sunday Roast Chicken o medio pollo del Capitol, plato que llevaba persiguiendo desde hace tiempo pero que siempre se me había escapado. El otro descubrimiento, lo traslado en forma de advertencia a padres en edad potito que viajen por estas tierras. Ese acto tan natural e inocente como pedir por favor que calienten el potito en cualquier bar o restaurante aquí no es legal. El siempre presente comando H&S lo rechaza por miedo a contaminar las cocinas con comida procedente del exterior. Vamos, que ni que los potitos estuvieran contaminados con parásitos intestinales que supusieran un riesgo de pandemia británica imposible de soportar. Más valdría que el señor H&S le prestara más atención a como come la gente antes que rozar extremos tan absurdos con estas cosas, por que o el niño se pone a dieta o pasa que toca calentarle el potito al baño María. No pasaría nada si estuvieras en Córdoba, pero al niño el tener el potito frío en estas latitudes no les hace mucha gracia. Ver para alucinar. 20130616_153125

Y otro dato interesante es que por fin tengo el juguete que llevaba tiempo deseando, mi mapa de Escocia colgado de la pared. Es una tontería, pero llevaba buscándolo casi desde que llegamos y que aún no había conseguido. El tema es que no encontraba uno que cumpliera todos los requisitos, así soy yo, caprichoso por naturaleza. Ayer finalmente dimos con el y hoy no he podido aguantar para ponerlo en el salón. Ahora quiero ir señalando con pegatinas los sitios por los que hemos estado y de paso ver si consigo que Marta aprenda algo de geografía. De momento ya hemos puesto unas cuantas, pero nos hemos dado cuenta de que tenemos un par de zonas con «calvas». Problema que hay que sin falta hay que solucionar. 20130616_191408

He de confesar que por la tarde me ha cundido. Mientras terminaba de digerir el pollo hemos podido darle boleto a la mayor parte de cosas. Y una cosa positiva es que me ha venido hasta bien que el partido haya empezado tan tarde. Aquí estoy dándole a la tecla a las tantas de la madrugada mientras veo el fútbol. Mañana no se si me dormiré encima del teclado o si le contaré ovejitas a mi jefe en la reunión, pero al menos he podido meter en las 24 horas estándares la mayoría de cosas que quería hacer. Y las que no…pues las dejaré para el finde que viene que sino me quedo sin cosas que contar.