Durante este último mes he ido notando que la opacidad de los cristales ha ido aumentando exponencialmente y no debido únicamente a la guarrería salina procedente del Tay. Unas estructuras de consistencia sedosa han ido apareciendo por todos los marcos de las ventanas de la casa –por suerte, por el lado de fuera–, hasta el punto que me ha llegado a parecer preocupante y he tenido que dejar de ser el amigo de los animales y optar por su extinción masiva. Pero también me gustaría dedicarles un capítulo en el blog.

Dibujos-de-telarañas-para-colorear-07

Debido a mi falta de conocimiento arácnido, he decidido bautizar a estas amables criaturas característicaspor su culo ancho y cintura estrecha como arañas culonas dundonian (ACD de aquí en adelante), en honor a sus paisanas bípedas. La vida de estos seres es pacífica e inofensiva. Ellas se fabrican su nidito de amor en alguno de los cuatro listones de madera que forman la estructura de nuestras cuadradas ventanas — por que no son como las de Bilbo Bolsón— y desde allí empiezan a montarse una juerga a base de tirolinas hacía el resto de los extremos que me recuerda al juego aquel de «las cuatro esquinas» al que jugábamos en el colegio de pequeños y en los ascensores cuando ya no lo éramos tanto. Sus grandes obras de ingeniería deberían ser estudiadas por los propietarios de los parques estos de «de pino a pino», por que yo me he quedado observándolas estos días desde el otro lado de la ventana –no vayais a pensar que soy un bravo guerrero que osa a hacerlo con la ventana abierta –y en algunas he llegado a adivinar incluso algún diseño de Calatrava o del Norman Foster.

Y es que a las arañas culonas dundonian deberían hacerles un monumento o conceder un día festivo y organizar una serie de eventos en su nombre. Son unos seres capaces de resistir cualquier adversidad y crecer en cualquier parte. Precisamente en esta época del año también les gusta habitar en un paraje tan inhóspito como los espejos retrovisores del coche. Como durante la semana no le damos mucho uso a nuestro querido bólido, cuando lo cogemos el fin de semana es como ir a la feria y pedir algodón de azucar. Y en nuestro caso además de los retrovisores, a las ACD les encanta el pomo del maletero y la antena de la radio, sitios en los que si yo fuera araña jamás se me ocurriría ir y empezar una nueva aventura.  Es muy entretenido arrancar, salir de Dundee, ir cogiendo velocidad e ir pensando hasta cuando serán capaces de resistir. La situación es de examen de física de secundaria, pero en vez de usar al clásico astronauta lanzando una piedra desde la luna para calcular la velocidad del pedrolo y la fuerza del impacto, con la versión de la araña habría que hallar la velocidad necesaria para que la tela se rompiera y la fuerza con la que la araña se estamparía en la autovía. He de decir que los resultados de mis estudios, los cuales estoy planteándome enviar a una revista científica de alto impacto cuando estén bien contrastados, es que las telas de araña son capaces de resistir velocidades de hasta 62 millas por hora (99,779 kph) sin resquebrajarse en más de un 33% de su estructura. De la integridad de la araña y de su prole aún no puedo hablar, por que en el estudio de momento todavía no he incluido el desarme del espejo retrovisor para el análisis integral del resto de la mansión victoriana que tienen que tener ahí atrás y los datos no están bien contrastados.

Así que estas son nuestras nuevas compañeras. Con ellas tenemos también un problema de doble rasero. En este país, si no abres las ventanas durante el día conviertes la casa en un humedal en el que habitantes peludos crecen por la ropa y por los zapatos, pero si las abres las ACD deciden pasar a ver que pillan. De momento no hemos tenido mucho problema gracias a la aniquilación que llevé a cabo la semana pasada con líquido limpiacristales, pero puede ser que este mecanismo sólo haya servido para permitir la supervivencia de las más aptas que ahora han entrado en casa para descargar toda su ira contra nosotros. De ahí esta compañera que el otro día campaba a sus anchas por el techo del cuarto de baño y que sin querer dar detalles escabrosos…crujió al sentir el impacto de mi zapatilla. Si alguno tiene un sabio consejo para sobrellevar este doble conflicto Hongo vs. Araña… es invitado a participar en este interesante debate.

2013-10-10 23.15.57