Hoy ha sido día de levantarse pronto, ponerse el dorsal con cuidado de no hacerse un piercing en sitios indeseados y lanzarse a trotar. Esta vez han tocado 10 kilómetros en Monikie, un pequeño pueblecito a las afueras de Dundee con dos de las tres cosas más típicas de Escocia: árboles y lagos. Lo tercero son las gaviotas, pero hoy no toca hablar de esos seres demoniacos, ya tendrán su día de gloria.

Monikie-air

Personalmente, he comenzado la carrera algo preocupado por mi maltrecha rodilla. Desde que volvimos del bodorrio gallego seguía dándome la lata. El dichoso bailecito del tipo «suavecito para abajo, suavecito para abajo…» que nos dió por hacer cuando ni siquiera el King Africa estaba sonando hizo que algún tendoncillo de dentro de mi ser dijera «Sayonara baby» al más puro de nuestro hoy perdido Constantino «Terminator» Romero Pero por suerte, unos buenos ejercicios de calentamiento los días de antes y unos estiramientos después parece que han ayudado a que no haya sentido nada en todo el recorrido. Al final, 50 minutillos largos en estas vueltecillas a los lagos, que aunque no son los de Covadonga, tienen mucho encanto.

Recorrido Monikie

Pero la pregunta que realmente te haces mientras vas corriendo un domingo por la mañana es ¿por qué hago esto?, ¿esto tendrá una recompensa, no?, ¿se tomará alguien cervecita de consolación? Es un tema que realmente agobia durante los primeros kilómetros, por que correr está bien pero… si no es por no correr, pero correr pa´ná…es tonteria. Y es que allí estás tú, desfondándote por tener tus chuches Haribo de recomensa y una medalla molona más que colgar de la pared, pero con más hambre que un perro muerto al acabar, buscando una mirada amiga que te salve y te acompañe en tu sudor. Por suerte la he encontrado. Tras hacernos las fotillos de rigor nos hemos ido a celebrarlo a nuestro ya querido Tapas Bar de Broughty Ferry. Que felicidad, que alegría, que alboroto, ver la tablita de ibéricos, los pinchitos morunos, la merluza, las gambas al pil-pil…como exiliado se agradece una barbaridad y sienta de bien… Vamos, que así da gusto salir a correr. ¿Cuándo es la siguiente carrera? ¿Dónde decís que comemos?

Para finalizar, quería hacer un par de pequeños homenajes en el día de hoy. Primero de todo, quería agradecer a Maldonado, el no haberse equivocado una vez más. Este hombre es un semidiós bajado a la Tierra para protegernos con su paraguas (gracias Sara). No se lo que tiene este hombre, pero da en el clavo allá donde estés. Hoy decía que llovía a la una, y a las doce y media  ha empezado a chispear. Ni el AccuWeather, ni el BBC Weather, eltiempo.es. Un máquina, un aplauso Jose Antonio.

maldonado

Y por último, con todo mi cariño y sin querer hacer sangre…un saludo muy efectuoso al trabajador que diseñó los dorsales por el mal momento que debió pasar a darle al darle al botón de «Imprimir». Imagino que ese instante de presionar la tecla y ver que te has comido una «i» al escribir el nombre del sitio…es digno de un memorable «please, come back»Aún así, te queremos. Imprimir 300 dorsales con el nombre del pueblo mal no tiene precio, para todo lo demás…ejem, al menos no la cagaste en las medallas.

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